¿Por qué se ponen amarillas las almohadas? Señales que no debes ignorar

Los expertos recomiendan lavar las fundas cada semana y las almohadas cada dos o tres meses, dependiendo del material.

JLR · Hace 1 hora

Desde una perspectiva de salud, dormir sobre una almohada sucia puede agravar afecciones como el asma, la rinitis alérgica o el acné.

Con el paso del tiempo, es común que las almohadas blancas desarrollen manchas amarillas. Este cambio de color suele deberse a la acumulación de sudor, saliva, grasa corporal y células muertas de la piel. Aunque parezca inofensivo, puede ser una señal de que tu almohada necesita una limpieza profunda o un reemplazo.

Las almohadas absorben humedad cada noche, especialmente en climas cálidos o cuando se duerme sin funda protectora. Esta humedad favorece la proliferación de ácaros del polvo, bacterias y hongos, que pueden afectar la salud respiratoria y provocar alergias o problemas en la piel.

El tono amarillento también puede intensificarse por el uso de productos para el cabello o el rostro, que se transfieren durante el sueño. Incluso el maquillaje no removido completamente puede contribuir a estas manchas. Por eso, mantener una rutina de higiene antes de dormir es esencial para evitar la acumulación de residuos.

Desde una perspectiva de salud, dormir sobre una almohada sucia puede agravar afecciones como el asma, la rinitis alérgica o el acné. Además, la exposición constante a microorganismos puede alterar la calidad del sueño y generar molestias durante la noche.

Los expertos recomiendan lavar las fundas cada semana y las almohadas cada dos o tres meses, dependiendo del material. También se sugiere reemplazarlas cada uno o dos años para asegurar un descanso más limpio y saludable.

En resumen, una almohada amarilla no es solo un tema estético. Es una advertencia visible de que ha llegado el momento de limpiar o renovar tu almohada, priorizando así tu bienestar y la calidad de tu sueño.