Petra: ubicación, clima ideal y secretos del desierto

Viajar a Petra también implica una inmersión en la identidad jordana. La hospitalidad local, la gastronomía y el entorno desértico enriquecen la experiencia.

JLR · Hace 7 horas
Con un buen clima y preparación adecuada, la visita se convierte en una vivencia inolvidable. Es un destino ideal para amantes de la historia y la aventura.

La ciudad de Petra, una de las maravillas arqueológicas del mundo, se encuentra en el sur de Jordania. Este enclave histórico fue tallado directamente en roca arenisca por los antiguos nabateos. Sus colores rosados le han valido el apodo de “Ciudad Rosa”. Hoy es uno de los destinos turísticos más admirados del planeta.

Petra está ubicada cerca del valle de Wadi Musa, en una región desértica rodeada de montañas. Su acceso principal es el famoso desfiladero llamado Siq. Al recorrerlo, los visitantes llegan al icónico Tesoro, una fachada monumental esculpida en piedra. Este sitio representa una obra maestra de ingeniería antigua.

El mejor momento para visitar Petra es durante la primavera y el otoño. Entre marzo y mayo, el clima es templado y agradable para caminar largas distancias. De septiembre a noviembre, las temperaturas también son favorables. En verano, el calor puede ser extremo y menos cómodo para los viajeros.

La visita suele requerir varias horas de caminata, por lo que es útil llevar ropa ligera, protector solar y abundante agua. Durante los meses más frescos, el recorrido se vuelve más cómodo y seguro. Esto permite apreciar con más detalle la arquitectura nabatea. El paisaje árido también luce más impresionante.

Petra ofrece diversas rutas internas que conducen a templos, tumbas y miradores. Uno de los más destacados es el Monasterio, situado en la cima de una montaña. Aunque el ascenso es exigente, la vista panorámica recompensa el esfuerzo. Cada rincón refleja siglos de historia y cultura.

Te puede interesar:

¿Por qué los espárragos son tan caros? El origen de su estatus gourmet

JLR


QUIZÁS PODRÍA INTERESARTE