“No Kings”: marchas masivas contra Trump toman calles de EE.UU.

Este fin de semana, millones de personas en Estados Unidos tomaron las calles en una de las manifestaciones coordinadas más grandes de los últimos años. La protesta, convocada bajo el lema “No Kings”, tuvo lugar en más de 2,000 ciudades y buscó enviar un mensaje contundente al presidente Donald Trump: el país rechaza cualquier intento de concentración de poder y defensa del autoritarismo.

Organizada por el movimiento progresista 50501 (50 Estados, 50 Protestas, 1 Movimiento), la jornada fue calificada por los organizadores como la mayor movilización de un solo día en la historia reciente del país, con una participación estimada de más de cinco millones de personas.

Un rechazo a la concentración del poder

Las protestas surgieron en respuesta al desfile militar celebrado en Washington D.C. con motivo del 250.º aniversario del Ejército de EE.UU. y el cumpleaños 79 de Trump. Para muchos manifestantes, ese despliegue de fuerza simbolizó una deriva autoritaria que no representa los valores democráticos del país.

La consigna “No Kings” resume el espíritu de la protesta: una defensa del poder ciudadano y una advertencia contra cualquier figura presidencial que actúe como monarca. En ciudades como Philadelphia, Nueva York, Chicago, Los Ángeles y Denver, las calles se llenaron de pancartas, música, teatro callejero y mensajes que exigían respeto a los derechos civiles, políticas migratorias humanas y freno a los discursos de odio.

Ambiente tenso, pero mayormente pacífico

Aunque la mayoría de las protestas transcurrieron en paz, algunas ciudades enfrentaron momentos de tensión. En Los Ángeles, la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersar a una parte de la multitud. En Denver, hubo detenciones menores tras bloqueos de tráfico. El incidente más grave ocurrió en Salt Lake City, Utah, donde un manifestante murió tras ser baleado por un civil armado que irrumpió en la marcha.

Autoridades locales desplegaron a la Guardia Nacional en varios estados como medida preventiva. En algunas localidades, se detectaron amenazas que llevaron a evacuaciones temporales y cierres de calles.

Una advertencia antes de las elecciones

Además del rechazo a la figura de Trump, las marchas fueron una expresión del clima político que vive Estados Unidos en este año electoral. Diversos sectores sociales —mujeres, comunidades latinas, afroamericanas, indígenas, LGBTIQ+, estudiantes y veteranos— se sumaron para exigir una democracia más representativa, inclusiva y libre de imposiciones autoritarias.

Los organizadores aseguraron que este es solo el inicio de una serie de acciones que se intensificarán conforme avance el año. Con un mensaje claro al gobierno federal y a la opinión pública internacional, los manifestantes proclamaron que la democracia no se rinde y que ningún presidente debe comportarse como un rey.

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