Indignación en Veracruz: Maestra Irma Hernández fue torturada, pese a versión inicial de Rocío Nahle
El caso de la maestra jubilada Irma Hernández, secuestrada y torturada en Veracruz, destapa la violencia del crimen organizado y la polémica por las declaraciones de la gobernadora Rocío Nahle.
La violencia en Veracruz volvió a mostrar su rostro más atroz con el asesinato de Irma Hernández Cruz, maestra jubilada y taxista, cuyo caso no solo conmocionó por la brutalidad del crimen, sino también por la polémica respuesta del gobierno estatal.
Irma fue secuestrada el 18 de julio en Álamo Temapache por un grupo armado, obligada a grabar un video en el que denunciaba cobros de piso por parte de la llamada “Mafia Veracruzana”. Seis días después, su cuerpo fue hallado en un rancho cercano a Cerro Azul.
Pese a la violencia evidente del caso, la gobernadora Rocío Nahle declaró inicialmente que la maestra “murió de un infarto”, restando peso a las evidencias de tortura. Días después, la Fiscalía de Veracruz confirmó lo que las imágenes y testimonios ya hacían evidente: Irma fue torturada hasta la muerte.
El hecho de que la versión oficial inicial intentara minimizar el crimen ha generado duras críticas de activistas, ciudadanos y opositores, quienes acusan al gobierno estatal de insensibilidad y falta de rigor en la información. Para muchos, estas declaraciones no solo ofenden la memoria de la víctima, sino que también envían un mensaje equivocado frente a la creciente violencia del crimen organizado en la entidad.
Cuatro personas han sido vinculadas a proceso por secuestro agravado, incluyendo a integrantes de un grupo delictivo que, según autoridades, lleva meses sembrando terror en la región mediante ejecuciones, extorsiones y narcomantas.
Este caso no es solo un crimen más en las estadísticas; es un recordatorio de cómo la impunidad y la narrativa oficial pueden agravar el dolor de las víctimas y sus familias. La memoria de Irma Hernández se convierte así en un símbolo de resistencia y en un llamado urgente para que las autoridades asuman su responsabilidad con seriedad, transparencia y empatía.