Archivos de Jeffrey Epstein reavivan sospechas de encubrimiento en Estados Unidos

La reciente publicación de una parte de los archivos judiciales del caso Jeffrey Epstein volvió a encender la polémica en Estados Unidos, al generar acusaciones de encubrimiento institucional y cuestionamientos sobre el verdadero alcance de la transparencia prometida por el gobierno federal.

Los documentos, difundidos por el Departamento de Justicia (DOJ) en cumplimiento de una ley aprobada por el Congreso, llegaron al dominio público con extensas tachaduras, omisiones clave y material retirado temporalmente, lo que de inmediato despertó críticas tanto en el ámbito político como entre las víctimas del multimillonario acusado de tráfico sexual de menores.

Legisladores cuestionan intervención política

La controversia escaló rápidamente hasta la Casa Blanca, luego de que legisladores demócratas acusaran al presidente Donald Trump de intentar proteger intereses personales, tras detectarse la eliminación temporal de una fotografía en la que aparecía junto a Epstein en eventos sociales de años anteriores.

Aunque el Departamento de Justicia explicó que la retirada de imágenes obedeció a una revisión preventiva para evitar la posible identificación de víctimas, la justificación no logró disipar las dudas. La fotografía fue posteriormente restaurada tras determinarse que no comprometía la privacidad de sobrevivientes, pero el daño político ya estaba hecho.

“La censura selectiva y las correcciones tardías solo alimentan la percepción de que se está ocultando información”, señalaron legisladores en comunicados públicos.

Los archivos divulgados incluyen referencias y material gráfico relacionado con figuras de alto perfil, entre ellas el expresidente Bill Clinton, así como empresarios, artistas y personajes del poder económico que mantuvieron vínculos sociales con Epstein durante décadas pasadas.

Si bien la sola aparición en fotografías no implica responsabilidad penal, críticos señalan que documentos fundamentales permanecen completamente sellados, en particular un expediente íntegro del gran jurado de Nueva York, considerado clave para esclarecer posibles redes de complicidad.

La falta de acceso a estos archivos llevó a legisladores de ambos partidos a cuestionar si el gobierno realmente cumplió con el espíritu de la ley de transparencia, o si se limitó a una liberación parcial para contener la presión pública.

Sobrevivientes: “La verdad sigue incompleta”

Las sobrevivientes del caso Epstein expresaron reacciones encontradas. Algunas calificaron la divulgación como insuficiente, confusa y frustrante, al considerar que la censura impide conocer responsabilidades de personas con poder político y económico.

Otras advirtieron que la publicación apresurada, sin un protocolo claro, pudo exponer identidades que debían permanecer protegidas, lo que revictimiza a quienes ya enfrentaron años de procesos judiciales y mediáticos.

Organizaciones de derechos humanos y defensa de víctimas pidieron que la liberación de archivos se realice bajo criterios claros, consistentes y supervisados por instancias independientes.

El Departamento de Justicia aseguró que la revisión de los archivos continúa y que su objetivo es encontrar un equilibrio entre transparencia pública y protección de las víctimas. Sin embargo, líderes del Congreso exigieron explicaciones formales, audiencias públicas y un calendario claro para la desclasificación total de los documentos.

Analistas advierten que cualquier percepción de ocultamiento prolongado no solo afecta la credibilidad del sistema judicial, sino que también incrementa el desgaste político en un año marcado por tensiones electorales y desconfianza institucional.

Mientras tanto, el caso Jeffrey Epstein, a casi seis años de su muerte en prisión, sigue siendo un símbolo de impunidad, poder y fallas estructurales en la rendición de cuentas en Estados Unidos.

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