Salud mental infantil: el reto silencioso que enfrentan miles de niños en México
La salud mental infantil es un reto creciente en México. Ansiedad, tristeza y estrés afectan a miles de niños, mientras el apoyo institucional sigue siendo limitado.
En México, miles de niñas y niños celebran su día con juguetes, actividades escolares y festivales. Sin embargo, detrás de muchas sonrisas también hay silencios difíciles de detectar: ansiedad, tristeza, miedo, o un sentimiento de soledad que se ha vuelto cada vez más común entre la infancia. La salud mental infantil, por años ignorada, hoy se perfila como uno de los retos más urgentes para familias, escuelas y autoridades.
Según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), uno de cada siete niños en América Latina padece algún problema de salud mental, y solo una fracción recibe atención adecuada. En México, los especialistas coinciden: los problemas emocionales y conductuales en menores de edad van en aumento.
“Lo que antes se consideraba ‘berrinche’ o ‘niños difíciles’, muchas veces es ansiedad, depresión o estrés mal entendido”
Señala la psiquiatra infantil Sandra León.
“El encierro durante la pandemia, el uso excesivo de pantallas, la presión escolar y, en muchos casos, la violencia en casa, han dejado huellas profundas”
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), al menos el 20% de los menores en edad escolar han presentado señales de alteraciones emocionales tras la pandemia. Muchos se sienten solos, presionados o desconectados del entorno, mientras los adultos —en gran parte— no están preparados para identificar o atender estas señales.
Las consecuencias pueden ser graves: bajo rendimiento escolar, aislamiento, conflictos familiares o incluso autolesiones. Además, en los últimos cinco años se ha registrado un preocupante aumento en intentos de suicidio en adolescentes, según reportes del Sistema Nacional de Salud.
¿Qué se puede hacer?
Expertos y organizaciones coinciden en que el primer paso es romper el estigma. La salud mental debe dejar de ser un tabú y comenzar a tratarse como parte esencial del bienestar infantil. También es crucial capacitar a docentes y cuidadores, incluir psicólogos en todas las escuelas públicas y fomentar el diálogo en casa.
Recomendaciones básicas:
- Escuchar activamente a los niños sin minimizar sus emociones.
- Establecer rutinas que den seguridad.
- Fomentar el juego libre, el arte y el deporte como formas de expresión emocional.
- Buscar ayuda profesional ante señales de alerta persistentes.
Este Día del Niño es una oportunidad para celebrar la alegría, pero también para mirar más allá del disfraz y el pastel, y preguntarnos: ¿cómo se sienten realmente nuestros niños? Su bienestar emocional es tan importante como su educación o alimentación.
Porque cuidar su mente, es también cuidar su futuro.