Camino a Gaza: miles responden al llamado internacional y se reúnen en Egipto por la justicia

Participantes de diversas regiones se movilizan hacia Rafah en Egipto, exigiendo el fin del bloqueo y mostrando solidaridad con Gaza.

Adolfo Flores ·  12 DE JUNIO DE 2025
Miles de personas de todo el mundo se reúnen en Al-Arish, Egipto, para marchar hacia el cruce de Rafah en apoyo al pueblo de Gaza.

Lo que comenzó como una convocatoria global se ha convertido en una de las mayores movilizaciones civiles en solidaridad con el pueblo palestino en años recientes. Miles de personas de todo el mundo están confluyendo en Al-Arish, ciudad egipcia cercana al cruce de Rafah, para formar parte del movimiento Camino a Gaza, una caravana humanitaria y de protesta cuyo objetivo es visibilizar la crisis en la Franja de Gaza y exigir el fin del asedio.

La fecha clave es el 15 de junio, cuando se espera que participantes provenientes de América Latina, Europa, Asia y países árabes marchen juntos hacia el paso fronterizo de Rafah, considerado el último acceso viable para el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, bloqueada desde hace meses.

Una convocatoria mundial

La iniciativa no tiene precedentes en alcance ni en diversidad. Participan activistas, médicos, estudiantes, académicos, religiosos, artistas y ciudadanos sin afiliación política, todos motivados por un solo mensaje: «Gaza debe vivir».

El movimiento ha sido descrito por sus organizadores como más que una marcha: se trata de una acción de desobediencia moral y solidaridad colectiva, que busca no solo presionar a los gobiernos involucrados, sino también dar esperanza y acompañamiento simbólico a los más de dos millones de gazatíes atrapados en una catástrofe humanitaria.

Rafah: una frontera, muchas esperanzas

El cruce de Rafah es el único paso fronterizo entre Gaza y Egipto, y ha sido históricamente una válvula de escape —y de ingreso— en momentos de crisis. Sin embargo, su apertura ha sido intermitente y altamente controlada, tanto por razones políticas como de seguridad.

Camino a Gaza busca colocar los ojos del mundo sobre ese punto estratégico, reclamando que la ayuda fluya libremente y que la población civil reciba alimentos, medicinas, agua potable y acceso a corredores seguros.

Voces desde la movilización

“Esta no es una causa de un solo pueblo, es un asunto de dignidad humana”, dice Fátima Reyes, voluntaria mexicana que viajó con una delegación de América Latina. “No podemos permanecer indiferentes mientras Gaza es devastada lentamente”.

Desde Francia, el profesor Ahmed Lemrabet comenta: “El silencio internacional es cómplice. Esta movilización es también una denuncia al bloqueo mediático y al desgaste diplomático que ha abandonado a Gaza a su suerte”.

Una muestra viva de humanidad

La escena en Al-Arish es impactante: columnas de personas de distintas nacionalidades ondean banderas, pancartas con mensajes como “Open Rafah now” y “End the siege”, y cánticos que piden paz y justicia. Algunos llevan ayuda médica; otros simplemente su presencia.

Se han organizado cadenas humanas, vigilias, foros y conciertos simbólicos para llamar la atención internacional y presionar por un cambio tangible en la situación de Gaza.

El mensaje es claro

“Gaza debe vivir” no es solo un eslogan, es una exigencia ética. Con esta acción colectiva, los participantes buscan recordar al mundo que el pueblo palestino no está solo, y que la solidaridad global aún tiene fuerza para romper cercos y levantar conciencias.

¿Podrá este grito de justicia traspasar fronteras políticas y levantar muros de indiferencia? El Camino a Gaza está en marcha.

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