La música que sana: sonidos que fortalecen la salud mental

La música, más que sonido de fondo, es un recurso activo para la salud mental. No es solución definitiva, pero ayuda frente al dolor, estrés e incertidumbre.

Braulio Reyes · Hace 2 horas
Escuchar música considerada agradable puede reducir la percepción de ansiedad. Foto: Pexels

Un nuevo enfoque en psicología y neurociencia sugiere que escuchar música, especialmente aquella que conecta con nuestras emociones, puede convertirse en una herramienta poderosa para fortalecer la resiliencia psicológica y reducir el impacto del estrés y la ansiedad.

La música ha acompañado históricamente a las personas en celebraciones, duelos y momentos de reflexión. Hoy, se le reconoce un papel más concreto: regular estados de ánimo, actuar como válvula de escape frente al estrés y tender un puente hacia la recuperación emocional.

Especialistas explican que, en situaciones adversas como pérdidas, rupturas o crisis cotidianas, la música ayuda a reinterpretar experiencias dolorosas, suavizar su carga y mantenernos en equilibrio emocional.

Diversos estudios refuerzan esta idea:

  • Escuchar música considerada agradable puede reducir la percepción de ansiedad y generar estados emocionales positivos, mientras que la música desagradable puede tener el efecto opuesto.
  • La terapia musical en contextos clínicos ha demostrado disminuir ansiedad, depresión y dolor, además de mejorar la calidad de vida en pacientes con enfermedades crónicas.
  • Cuando es guiada profesionalmente, la terapia musical tiene un impacto más fuerte que la simple escucha pasiva, pues añade intencionalidad y reflexión.
  • La música influye en hormonas relacionadas con el estrés como el cortisol, disminuye el ritmo cardíaco y favorece estados de relajación profunda.

Claves para aprovechar su poder

  1. Elige melodías que te conecten, no listas genéricas.
  2. Haz pausas conscientes: observa cómo te afecta cada tema antes de pasar al siguiente.
  3. Combínala con movimiento o respiración: bailar o sincronizar la respiración al ritmo potencia sus efectos.
  4. Varía tus elecciones: no solo lo relajante; también piezas inspiradoras o enérgicas fortalecen la resiliencia.
  5. Busca acompañamiento profesional si atraviesas crisis profundas: la musicoterapia guiada puede ser más eficaz que la escucha individual.

La música deja de ser un simple sonido de fondo para convertirse en un recurso activo de Salud mental. Aunque no es una solución definitiva, su uso consciente puede marcar una diferencia en cómo enfrentamos el dolor, el estrés y la incertidumbre.

También te puede interesar:

¿Cuándo la Iglesia considera necesario un exorcismo?


QUIZÁS PODRÍA INTERESARTE