Las nueces: aliadas naturales para dormir mejor
Incluir nueces en la cena puede ser una estrategia sencilla y accesible para mejorar el descanso nocturno y reducir la fatiga diurna.
Un estudio reciente reveló que consumir 40 gramos de nueces al día durante la cena mejora de manera notable la calidad del sueño en adultos jóvenes. Los resultados mostraron que este hábito reduce el tiempo necesario para conciliar el sueño, incrementa la eficiencia del descanso y disminuye la somnolencia durante el día.
Los efectos positivos se explican por el perfil nutricional de las nueces, que combinan triptófano, melatonina vegetal, magnesio y vitaminas del grupo B. Esta mezcla favorece la producción de melatonina en el organismo, lo que se traduce en un sueño más profundo y reparador.
Entre los resultados clave del ensayo clínico se observaron una mayor producción de melatonina, menor latencia del sueño, mejor calidad global del descanso y reducción de la fatiga diurna, lo que permite iniciar la jornada con más energía.
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La ciencia respalda que los frutos secos, especialmente las nueces, son aliados naturales para el descanso. Su aporte de omega-3, triptófano y minerales esenciales ayuda a sincronizar el ritmo circadiano y a favorecer la inducción del sueño de manera natural.
Sin embargo, los especialistas advierten que las nueces no son una cura milagrosa. Su consumo debe formar parte de un enfoque integral, acompañado de hábitos de higiene del sueño, manejo del estrés y un estilo de vida equilibrado.
En conclusión, incluir nueces en la cena puede ser una estrategia sencilla y accesible para mejorar el descanso nocturno y reducir la fatiga diurna, siempre que se complemente con rutinas saludables.