Ataques de EE.UU. no destruyeron el programa nuclear iraní

Una evaluación preliminar del Pentágono concluye que los recientes bombardeos de Estados Unidos contra instalaciones nucleares en Irán no destruyeron el programa nuclear del país, y probablemente solo lo retrasaron unos pocos meses. Según fuentes citadas por CBS, las reservas de uranio enriquecido no fueron eliminadas y las centrifugadoras clave permanecen operativas.

El presidente Donald Trump, sin embargo, declaró que las instalaciones fueron “completamente destruidas” y acusó a los medios de desinformar sobre lo que calificó como “uno de los ataques militares más exitosos de la historia”. La Casa Blanca rechazó la filtración del informe del Pentágono, calificándola como “errónea” y atribuida a un funcionario de bajo nivel.

Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares subterráneas: Fordo, Natanz e Isfahán, utilizando bombas antibúnker capaces de penetrar decenas de metros bajo tierra. A pesar de las explosiones, gran parte de la infraestructura profunda quedó intacta. Imágenes satelitales mostraron cráteres y escombros en la superficie, pero no clarificaron el daño subterráneo.

Funcionarios iraníes aseguraron que las instalaciones ya habían sido evacuadas antes del ataque, y que los materiales fueron trasladados con anticipación. El subdirector político de la televisión estatal afirmó que Irán “no sufrió un golpe importante”. Mientras tanto, EE.UU. e Israel celebraron la misión como un éxito estratégico.

Expertos en seguridad nuclear advierten que el programa iraní podría recuperarse si no se mantienen controles internacionales. El lunes, Irán respondió con un ataque de misiles a la base aérea de Al-Udeid en Qatar, sin causar víctimas. Tras esa represalia, fue establecido un alto el fuego entre Irán e Israel, con la mediación de Catar y del presidente Trump.

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